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Los tres mitos sobre el perdón

El perdón es la puerta hacia la paz interior. Cuando comprendemos el valor del perdón y su importancia se abre el reino hacia una nueva vida. Esta nueva vida incluye una percepción liberada, unas acciones desde la claridad y la paz profunda y una forma de relacionarnos con nuestros seres cercanos y personas que vamos conociendo desde un nuevo lugar.

Para comprender la importancia del perdón, primero es necesario soltar tres mitos fundamentales que nos llevan a querer perdonar pero sin realizar el cambio profundo internor. En este camino Un Curso de Milagros es el libro que nos acompaña y que con su práctica nos ayudará a vivir en un mundo perdonado.

Primer mito: No soy quién para perdonar

Este primer mito es algo fundamental a erradicar. Tendemos a creer que somos menos y que la paz y la dicha no está disponible para nosotros. Así es que nos juzgamos de manera constante y la desvalorización nos lleva a no poder iniciar un camino espiritual de liberación y sanación.

Este camino es para todos. No importa lo que hayamos realizado. Lo que sí es importante es lo siguiente: Cuando te has cansado de sufrir es que te ha llegado el momento de perdonar. Hay un punto en que dices “¡Basta de esto en mi vida!” y tu camino se inicia.

Muchos de los grandes maestros han tenido vidas difíciles en sufrimiento y miedos antes de su despertar. Esto (que excede este artículo) es parte de un camino que elegimos y que vivimos. Lo importante aquí es que hacia delante, una vez que decides que el perdón ingrese a tu vida, todo empieza a disponerse para llevarlo a cabo. Y con esta claridad es que podemos pasar al segundo mito.

Segundo mito: Debo recordar el pasado

Entonces lo que debemos tener en claro aquí es que perdonar no es volver al pasado, es reconocer cómo en nuestro presente eso ya no está activo. ¿Qué significa esto? Simplemente que si alguien te ofendió, no lo está haciendo ahora. Si alguien dudo de ti, no lo está haciendo ahora. Si tú has dicho algo desagradable a un ser querido, no lo estás diciendo ahora.

Creemos que perdonar implica ir una y otra vez al pasado, desenterrando los viejos fantasmas y buscando una solución que nunca aparece. ¿Qué ocurre? Pues el resentimiento continúa, la culpa no se elimina y nuestra mente sigue funcionando bajo el mismo paradigma.

Cuando ves que eso no está ocurriendo y puedes reconocer esta simpleza es cuando se abre la enseñanza de Un Curso de Milagros que dice: “El presente es perdón”. Lo que sucede en términos sutiles es que tu atención deja de estar en el pasado para focalizarse en el presente. Allí es que “decides de otra forma”, reconociendo que no necesitas vivir de fantasmas, pues el milagro y la vida son ahora.

Las implicancias de esto son fabulosas y requieren una práctica importante y asidua de desactumbrar a la mente a creer que el pasado sigue activo ahora. Eso es una ilusión y en la liberación de esta ilusión se abre una puerta hacia un nuevo mundo. Esto nos abre la puerta hacia el último mito que veremos aquí.

Tercer mito: Estoy perdonando a otros

Otro mito no reconocido es que creemos que perdonamos lo que otro hizo o dijo o incluso sintió. No funciona así. Lo que perdonas es lo que crees que el otro debió hacer o decir o sentir. Por tanto, el perdón ocurre dentro y lo que liberas es la idea de controlar a otros y de creer que sabes lo que ellos debieron hacer.

En sí, lo que reconocemos en el camino espiritual, es que ni siquiera sabemos qué es lo que nosotros deberíamos hacer, decir o sentir. Esto es importante, porque nos permite soltar el control, no intentar manipular lo que ocurre y abrirnos al maravilloso “no saber”. El “no sé” liberador puedo comprender que lo que va ocurriendo es fruto de lo aprendido y que siempre pudo cambiar, no el curso de las cosas, sino el curso de mi interpretación de esas cosas.

Por lo tanto, no perdono a otros, sino los libero de lo que he juzgado en ellos. Si otro se ha equivocado ha sido por sus patrones mentales y emocionales vigentes en el momento. Al reconocer que el presente es perdón y dejar de juzgarlos, abro la puerta para que ellos dejen de juzgarse a sí mismo. Me convierte en un espejo del perdón y en un salvador para ellos. Aquí, como experimentarás luego, todo cambia. El milagro de ser una idea pasa a ser una forma de vida. Allí el mundo espiritual reemplaza al mundo del ego.

Conclusiones

El perdón es la herramienta de liberación. Soltar el pasado, la desvalorización y la idea de que lo que otra persona me hizo algún esta ocurriendo es clave en nuestro camino de apertura y expansión. Reconoce tu poder y entiende que sin pasado no sufres, que sin resentimiento no odias y sin la idea de que lo vivido se repetirá no temes.

Un Curso de Milagros es nuestro libro de cabecera en esta tarea de perdonar y vivir desde una percepción inocente, amorosa y sana. Todo está dado para que lo realices y para que recuerda la famosa frase del libro “Nada real puede ser amenazado”. En nuestra realidad y unidad con Dios radica nuestra inocencia, nuestra fortaleza y nuestra verdad. Recuerda esto y haz lo que vienes a hacer: Traer paz a este mundo.

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Gabriel Gowezniansky

Director y fundador de Guía para la Paz interior

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Gabriel Gowezniansky

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